Las estrellas y su origen

Una estrella (del latín: stall)
es una esfera luminosa de plasma que mantiene su forma gracias a un equilibrio
hidrostático de fuerzas y a su propia gravedad. El equilibrio se produce
esencialmente entre la fuerza de la gravedad, la cual empuja la materia hacia
el centro de la estrella, y la presión que ejerce el plasma hacia fuera, que,
tal como sucede en un gas, tiende a expandirlo. La presión hacia fuera depende
de la temperatura, que en un caso típico como el del Sol se mantiene con la
energía producida en el interior de la estrella. La estrella más cercana a la
Tierra es el Sol. Otras estrellas son visibles a simple vista desde la Tierra
durante la noche, apareciendo como una diversidad de puntos luminosos fijos en
el cielo debido a su inmensa distancia de la Tierra. Históricamente, las
estrellas más prominentes fueron agrupadas en constelaciones y asterismos, y
las estrellas más brillantes ganaron nombres propios. Los astrónomos han
compilado un extensivo catálogo, proporcionando designaciones estandarizadas a
las estrellas. Por lo que se refiere a la duración de su vida, una estrella
brilla debido a la fusión termonuclear del hidrógeno en helio en su núcleo,
liberando energía que atraviesa el interior de la estrella y después se irradia
hacia el espacio exterior. Cuando el hidrógeno en el núcleo de una estrella
está casi agotado, casi todos los elementos más pesados que el helio producidos
de forma natural son creados por nucleosíntesis estelar durante la vida de la
estrella y, en algunas estrellas, por nucleosíntesis de supernovas cuando
explotan. Al finalizar su vida, una estrella también puede contener materia
degenerada. Los astrónomos pueden determinar la masa, edad, metalicidad
(composición química), y muchas otras propiedades de una estrella mediante la
observación de su movimiento a través del espacio, su luminosidad y espectro,
respectivamente. La masa total de una estrella es el principal determinante de
su evolución y destino final. Otras características de una estrella, incluyendo
el diámetro y la temperatura, cambian a lo largo de su vida, mientras que el
entorno de una estrella afecta a su rotación y movimiento. Una gráfica de
dispersión de muchas estrellas que hace referencia a su luminosidad, magnitud
absoluta, temperatura superficial y tipo espectral, conocido como el diagrama
de Hertzsprung-Russell (Diagrama H-R), permite determinar la edad y el estado
evolutivo de una estrella.
La vida de una estrella comienza
con el colapso gravitacional de una nebulosa gaseosa de material compuesto
principalmente de hidrógeno, junto con helio y trazas de elementos más pesados.
Cuando el núcleo estelar es suficientemente denso, el hidrógeno comienza a
convertirse en helio a través de la fusión nuclear, liberando energía durante
el proceso.1 Los restos del interior de la estrella portan la energía fuera del
núcleo a través de una serie combinatoria de procesos de radiación y
convección. La presión interna de la estrella evita colapsarse aún más bajo su
propia gravedad. Cuando se agota el combustible de hidrógeno en el núcleo, una
estrella con al menos 0,4 veces la masa del Sol se expande hasta convertirse en
una gigante roja cuando se agota el combustible de hidrógeno en su núcleo. 2 En
algunos casos fusionando elementos más pesados en el núcleo o en capas externas
alrededor del núcleo (como el carbono o el oxígeno). Entonces la estrella
evoluciona hasta una forma degenerada, reciclando una porción de su materia en
el medio interestelar, donde contribuirá a la formación de una nueva generación
de estrellas.3 Mientras tanto, el núcleo se convierte en un remanente estelar:
una enana blanca, una estrella de neutrones, o (si es lo suficientemente
masiva) un agujero negro. Los sistemas binarios y multi-binarios consisten de
dos o más estrellas que están unidas gravitacionalmente entre sí, y por lo
general se mueven un alrededor de la otra en órbitas estables. Cuando dos
estrellas poseen una órbita relativamente cercana, su interacción gravitatoria
puede tener un impacto significativo en su evolución.4 Las estrellas pueden
formar parte de estructuras unida gravitacionalmente entre sí mucho más
grandes, tal como un cúmulo estelar o una galaxia.

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